La Bioseguridad ha sido siempre una parte fundamental de nuestra práctica profesional. Son 20 años dedicados con pasión a la Odontología donde nuestros altos estándares de calidad nos permiten ofrecer tratamientos predecibles y exitosos.
Sin embargo nada de esto sería posible si dentro de ese alto estándar la Bioseguridad no caminase de la mano en todos nuestros tratamientos y procedimientos. La coyuntura hace que visibilicemos nuestros procesos que daban por descontados nuestros pacientes.
La primera pregunta que me haría como pacientes es:
¿Cómo desinfectan y esterilizan el instrumental que usan? El proceso empieza con lo mas elemental que es lavado con agua y jabón y en algunos casos con desinfectante específico para instrumental. Luego se sumerge en una lavadora a ultrasonido previo al empaquetado en bolsas herméticas o selladas con marcadores.
Estas bolsas ya con el instrumental desinfectado se ingresa a la autoclave la cual a través de un ciclo automatizado de calor saturado bajo presión a altas temperaturas elimina virus, bacterias, esporas, hongos y protozoarios.
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