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Hacer una correcta preparación dentaria y tomar una buena impresión tanto de la zona de trabajo como del antagonista para hacer un correcto montaje en el articulador son los pasos previos vitales para luego pasar a una de las partes que pueden devenir en el exito o fracaso de nuestra restauración: la cementación.
Las opciones para cemetar son dos, el uso de un cemento dual o el uso de resina fluída y en particular por propia experiencia el uso de una resina fluída es mejor.
Los paso a seguir son:
– Probar que la incrustación calze perfectamente en la «caja» preparada en la pieza dental
– Grabar con ácido fosfórico por 40″ la incrustación y por 30″ la pieza dental
– Lavar con agua por igual cantidad de tiempo incrustación y pieza dental, secar ligeramente con una turunda de algodón
– Pincelar con adhesivo dual la incrustación y la pieza dental, ligero aire
– Colocar resina fluída de un color adecuado sobre la incrustación
– Colocar resina fluída en el piso de la pieza dental preparada
– Acentar la incrustación en la pieza dental (se sugiere ayudar con puntas de goma), fotocurar por 5″ y retirar excesos, pasar hilo dental si la incrustación abarcase una zona proximal, pasarlo hacia la encía y retirarlo jalándolo hacia vestibular o lingual o palatino nunca hacia oclusal ya que podríamos generar un micro-movimiento de la incrustación y posibles gaps.
– Fotocuras 20″ por cada cara de la pieza dental (mesial, distal, oclusal,etc).
– Controlar la mordida y pulido final.
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