[ad#linea]
La mejor herramienta y arma que tenemos para defendernos de las enfermedades dentales y de los tejidos blandos de la boca, pasan por un correcto cepillado, el uso de hilo dental, uso de enjuagues bucales de uso diario y el control periódico con el dentista cada 6 meses.
En cuanto al cepillado dental recordemos que lo ideal debe de ser cuatro veces al día, al levantarse, después del desayuno, después del almuerzo y luego de la cena.
El hilo dental es necesario y obligatorio, ya que por más que tengamos una técnica de cepillado adecuada en forma y frecuencia no llega a los espacios interdentales. Este hilo dental debe de usarse por lo menos tres veces a la semana y después de comer alimentos que pudiesen retenerse entre diente y diente como carnes por ejemplo.
Los enjuagues bucales se recomiendan los libres de alcohol y después del cepillado e hilo dental, haciendo enjuagues por 30 segundos a 1 minuto para que arrastren todos los restos de comida y bacterias que pudiesen haber quedado en boca. Se recomienda usarlo dos o tres veces al día.
El control periódico con el dentista debe de ser cada seis meses lo ideal o por lo menos una vez al año, para diagnosticar enfermedades de los dientes y de los tejidos blandos en estadíos tempranos o simplemente hacer una limpieza y mantenimiento.
Artículos Relacionados:
– Calidad antes que cantidad, la importancia de cepillarse correctamente
– Sangrado de encías al cepillarse los dientes
– La importancia del chequeo dental periódico
[ad#linea]
[ad#cuadraso]
[ad#linea]