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Las coronas están dentro de la rama de la odontología denominada prótesis fija. Estas, con el transcurrir del tiempo y el avance de la tecnología fueron siendo mejoradas adquiriendo mucha popularidad por su estética y gran función.
Toda corona está formada por dos partes básicas, la estructura y la parte estética.
La estructura hasta hace unos pocos años era hecha en metales nobles como el oro o aleaciones metálicas que ofrecían gran resistencia y biocompatibilidad a las fuerzas de la masticación.
La parte estética está dada por la capa del color del diente que forra la estructura y que el mejor material que hay son las porcelanas dentales.
Estas coronas que hasta hoy se usan mucho se denominan coronas de metal porcelana.
Sin embargo y a pesar de su gran popularidad tienen el problema de que como terminan metal y porcelana en un mismo nivel, al cabo de algún tiempo aparecía una línea negruzca alrededor de la encía que rodeaba a la corona, debido a que como todo, la porcelana sufría desgaste y al ser muy delgada en ese nivel se veía el metal de la estructura.
Ante la necesidad, exigencia y gran demanda por la alta estética dental y con el gran avance tecnológico, en la actualidad contamos con las coronas de porcelana libre de metal.
Estas coronas son compuestas por las mismas estructuras de la arriba mencionada, una estructura y la porcelana aplicada sobre esta.
El nombre de coronas de porcelanas libres de metal no es tan exacto, puesto que se le conocen así pero lo que se usa en reemplazo en las estructuras de estas son también metales, solo que es un metal blanco, blando y dúctil que se llama Zirconio y que en odontología se usa a través del óxido de zirconio, que es sumamente duro, resistente y biocompatible y está indicado para coronas y puentes del sector posterior (molares) y la otra alternativa es el Corindon y Esmeril de los cuales se obtiene el oxido de alúmina que es también muy resistente y biocompatible pero está indicado principalmente para estructuras de coronas y puentes del sector anterior (dientes).
Sobre cualquiera de estas dos estructuras, previa evaluación clínica de cuál es la más conveniente para el caso, se aplica la misma porcelana dental que para las coronas de metal porcelana (feldespática). Por razones obvias y al no haber metal «oscuro» la estética está garantizada con una gran traslucidez que permite simular a la del esmalte natural, despareciendo la molesta línea negruzca alrededor de las encías de las piezas que tenían coronas o puentes. Así mismo la alta resistencia y gran dureza permite que soporten las fuerzas de la masticación con resultados clínicos comprobados.
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