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Si uno ve que su cepillo está desgastado y piensa en cambiarlo o se le ha acabado la pasta dental y necesita una nueva y entra a cualquier supermercado, una bodega o una farmacia se topara con una gama muy variada de cepillos y pastas dentales:
Cepillos con cerdas multicolores, con masajeador de encías, con limpia lenguas, cerdas duras, cerdas blandas, con indicador para cuando necesite reemplazo, con advantage, con mango liso, con mango de grip, cepillos eléctricos o manuales. Pastas con efecto blanqueador, con fluor, para un aliento super fresco, de colores, de sabores, con múltiples acciones y más mucho más.
Lo más importante es la forma y técnica de cómo nos cepillamos, más que el cepillo y pasta en sí.
Sin ninguna duda que el cepillo es importante y para ello tenemos tres recomendaciones principales:
1.- Que sean cerdas medianas, ni duras ni blandas salvo indicación del profesional odontólogo.
2.- Que la cabeza activa no sea ni muy grande ni muy chica. Los números más universales en cuanto al tamaño de la cabeza son el número 35 y el 40. Algunas marcas vienen con una medida universal.
3.- Que de preferencia sea de una marca conocida y reconocida
Más nos inclinamos por los manuales que los eléctricos, ya que nos permite tener un mejor control sobre los movimientos y fuerza que hacemos con el cepillo sobre los dientes y encías. Sin embargo los eléctricos son una buena alternativa al hacer mayoritariamente movimientos circulares que no son dañinos al diente y encías y si existe alguna discapacidad permite tener autonomía al cepillarse.
El cepillo debe de colocarse en un ángulo de 45 grados con respecto a la cara anterior o posterior de los dientes y debemos realizar movimientos verticales de barrido con una presión y fuerza moderada, como que “barremos” los dientes.
Hacer movimientos circulares en las superficies de masticación con una presión y fuerza moderada. Luego cepillar la lengua.
Con respecto a la pasta dental la cosa es más simple, basta con una que sea de una marca reconocida y que no tenga efectos blanqueadores ni con abrasivos salvo indicación del profesional odontólogo, como por ejemplo para complementar algún tratamiento como el blanqueamiento dental profesional.
Estos sencillos consejos harán que su cepillado dental sea más efectivo y que su higiene y por ende mantenimiento de su salud dental mejore.
Recuerde que la técnica usada es básica en nuestra lucha contra las enfermedades de la boca sin descuidar el uso regular de hilo dental y enjuagues bucales que complementen la higiene de la cavidad oral y sus estructuras junto al fundamental chequeo y control periódico con el dentista, lo ideal cada seis meses por lo menos una vez al año.
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