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Las piezas dentales posteriores (molares y pre molares) tienen 5 caras, la cara anterior (frente), la cara posterior, dos caras laterales y una cara con la que se mastica (cara oclusal).
Cuando las caries dental se instalan en una pieza dental, su objetivo es destruir la mayor cantidad de tejido de la pieza en cuestion, tanto en amplitud como en profundidad para llegar a su meta final que es la pulpa dental.
En este proceso se pueden ver afectadas y destruidas varias caras de las piezas posteriores.Si la caries ha destruido una o dos caras y no es muy profunda la cavidad, la recomendación es una obturación con resina dental.
Pero si la destrucción fuese de más de dos caras, la indicación es realizar una incrustación. La incrustación consiste en que a la cavidad que se ha generado luego de limpiar la caries instalada se le toma una impresión (molde)para obtener un modelo de yeso para ser enviado al laboratorio dental.
En el laboratorio, el técnico dental confeccionará lo que falta de tejido dentario, como si fuese una pieza de rompecabeza que va a encajar perfectamente sobre la pieza en tratamiento.
Una vez confeccionada, esta incrustación que puede ser de metal o del color de la pieza dental (porcelana o art glass) es cementada con materiales especiales para lograr una correcta función y estética.
Este procedimiento común de la práctica dental es una muy buena alternativa pra poder recuperar la función y la estética de una pieza dental posterior de una forma conservadora.
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