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Las molestias de las piezas dentales pueden ser muchas y por muchos factores. Como hemos escrito y descrito en varios artículos, las enfermedades dentales, desde una simple caries hasta una pulpitis aguda, no pueden presentar sintomatología hasta tener un gran avance, es por eso la importancia del chequeo y control periódico.
Entonces cuando una pieza dental empieza a dar síntomas, lo más probable es que ya exista un compromiso pulpar (del nervio). La referencia más común que hacen nuestros pacientes es el dolor al tomar algo frío o algo caliente.
En algunas casos puede ser una sensibilidad por una retracción gingival, pero esta molestia usualmente es solo al frío y desaparece ni bien pasa el estímulo.
La respuesta de una pieza dental a los cambio térmicos (frío y caliente) es por lo general por que ya hay un compromiso pulpar y se caracteriza por:
– dolor a los líquidos fríos y calientes
– dolor a la masticación
– dolor espontáneo
– luego de retirar el estímulo se sigue sintiendo una molestia o dolor
Ante estos síntomas lo mejor es acudir al odontólogo, luego de el exámen clínico y una radiografía podrá definir de que se trata realmente y dar el tratamiento adecuado.
La endodoncia, que es el tratamiento indicado cuando la pulpa de un diente está afectada no es el «cuco» que era antes, y el mito de un dolor tremendo y una mala experiencia es solo un mal recuerdo de odontología del pasado.
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